"Los restos de los 3.000 ejecutados por los tribunales militares franquistas entre abril de 1939 y febrero de 1944 en Madrid no se convirtieron en cenizas, como creían los historiadores y los familiares de las víctimas. La gran fosa a la que fueron trasladados tras su exhumación ha aparecido, sin que nadie la buscara. Hace un año, unas fuertes lluvias dejaron al descubierto numerosos restos óseos en una zona del cementerio de La Almudena restringida al público.
Las indagaciones emprendidas desde el área de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento, junto con la empresa municipal de Servicios Funerarios, apuntan a que se trata de uno de los osarios de la necrópolis, en el que probablemente fueron depositados los restos de los republicanos fusilados junto con los de miles de ciudadanos enterrados por la caridad municipal fallecidos por motivos ajenos a la represión".
Los invitamos a seguir leyendo esta interesante noticia publicada por el diario El País, a través del siguiente link:
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