Los desaparecidos tienen su espacio para la eternidad en el Cementerio Universal de Medellín

"Doralina Carvajal Rodríguez confiesa que tiene una mezcla de sentimientos, “y no todos son buenos, déjeme decirle señor periodista, esto aunque pase el tiempo no va a dejar de ser duro”.

Ella se encuentra parada al frente del nuevo mausoleo, “Ausencias que se nombran”, construido para las víctimas de desaparición forzada en el cementerio Universal de Medellín. “Nos entregaron esto, para nuestros desaparecidos, es una gran noticia, algo merecido por nuestros esfuerzos y nuestra persistencia, pero es muy difícil tener ese espacio sin los restos de nuestros seres querdios, por eso le digo señor periodista que no todos las sensaciones que tengo ahora son buenas”.

Son 17 años en los que Doralina no tiene una noticia sobre su mamá, Ana Libia Rodríguez, y su hermano, Everardo de Jesús Carvajal, desaparecidos por paramilitares.

“Fue en agosto del 2000, vivíamos en el barrio Cabañas de Bello. Mi hermano estaba afuera de la casa con un amigo cuando llegó esa gente, ellos empezaron a correr y entraron a la casa, el se metió debajo de la cama pero lo encontraron y lo sacaron arrastrado. Antes de irse pasaron por donde estaba mi mamá, ella reconoció a uno de los tipos y por eso también se la llevaron, nunca más supimos que pasó con ellos, cada día es más duro; en mi caso, el tiempo no ha curado ninguna herida, todo este tiempo ha sido una zozobra enorme”, dice Doralina.

Aunque Doralina siempre pensó que los hombres que se llevaron a sus familiares eran del Bloque Metro de las Autodefensas, afirma que la Fiscalía le adjudicó esos hechos al Cacique Nutibara, por esa razón, esta mujer, en su afán de conocer la verdad y recuperar los restos de su mamá y su hermano, llegó a entrevistarse con Diego Fernando Murillo, alias Berna, líder de ese grupo paramilitar. “Me dijo que no sabía de ese caso, sin embargo me pidió las fotos para él ayudarme a buscarlos, pero después de eso fue extraditado, ahí quedó todo”.

Los invitamos a continuar con la lectura de este interesante artículo publicado por el diario El Colombiano, a través del siguiente link:

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