“El martes, no te cases ni te embarques”, reza el antiguo refrán que advierte sobre los peligros de emprender cualquier asunto importante un martes, por estar este día predestinado a todo tipo de conflictos.
En Barichara, Santander, el adagio tendría un agregado: “El martes, no te cases ni te embarques, y tampoco te mueras”, pues ese es el día en el que no hay servicio en el cementerio local, según se lee en la placa tallada de piedra, instalada al costado izquierdo de la entrada.
El texto advierte que está prohibido colocar floreros con agua; dejar basuras y demás objetos que afecten la buena presentación del lugar sagrado. Esto explica que a diferencia de otros campos santos, en Barichara los hedores de rosas marchitas o aguas putrefactas no se noten, ni proliferen los inquietos mosquitos que buscan colarse en la boca y nariz de los visitantes.
La variedad de tumbas muestran obras esculturales en piedra labrada, lapidas con tallas de figuras que recuerdan la labor que ejerció la persona en vida. Pero, no hay allí excentricidades como tumbas con música permanente para el disfrute de los difuntos".
Los invitamos a seguir disfrutando de esta buena crónica publicada en el diario El Colombiano, a través del siguiente link:
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