"Cuando en julio pasado Jeffrey Rich vio una libélula posarse sobre un terreno con vistas a dos montañas en el Carolina Memorial Sanctuary cerca de Asheville, en Carolina del Norte, enseguida supo que ese sería el lugar ideal para sepultar el cuerpo de su esposo, Jeff Wright, de 57 años, que había muerto en su cama poco antes.
Wright fue sepultado en ese lugar envuelto nada más que con una colcha pintada a mano en su propia casa.
La pareja ya había hablado de la muerte, y Wright había sido claro sobre sus deseos: "Quiero ser alimento para los árboles", le había dicho a Rich".
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