"Las manos chatas de Mohamed Riani han enterrado a cientos de cadáveres en el cementerio de Griñón, cercano a Madrid. Aquí, bajo una espesa maleza, descansan los cuerpos que Riani ha sepultado mirando a La Meca, recostados a la derecha y envueltos en paños blancos, pegados a la tierra como manda el rito islámico. Damasco, Jerusalén, Teherán… Las lápidas con caligrafía árabe desvelan el origen de los fallecidos.
Griñón es el único cementerio islámico de Madrid, la comunidad autónoma con mayor número de musulmanes, 200.000. Pero es también el lugar en el que los musulmanes de toda España han enterrado durante años a sus muertos, porque aquí se podía sepultar sin ataúd, como ordena el Corán y a precio de saldo. Cuando el cementerio pasó a manos del Ayuntamiento el pasado octubre, aplicó la ley de Sanidad mortuoria de Madrid, que obliga a enterrar con féretro y a pagar tarifas fijas, sublevó a la comunidad musulmana, que exige entierros que respeten su rito, como se comprometió el Estado en los acuerdos de cooperación hace 20 años".
Los invitamos a leer este interesante artículo publicado por Ana Carbajosa el diario El País, a través del link:
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