"Los restos de Saúl Quintero se encuentran entre esculturas de la virgen María y el Divino Niño. La bóveda de dos metros de largo por 1,60 de ancho que guarda los restos de Saúl Quintero, bandolero para unos y guerrillero para otros, tiene flores frescas y coloridas los siete días de la semana.
La mayoría, en improvisados floreros hechos con botellas de plástico. Placas de piedra, mármol y madera -978 para ser exactos- exhiben mensajes de agradecimiento por las bendiciones recibidas.
"Acción de gracias al alma bendita de Saúl Quintero por los favores recibidos a la salud de Carmela Aguirre", dice uno de los grabados, que se esculpen en la entrada del cementerio por ocho mil pesos.
Al camposanto, en la calle 21 de la capital opita, frente al parque de los niños, llegan para pedirle por un trabajo, por la cura para un familiar enfermo o por un techo digno. El lunes, día de las ánimas, es cuando más lo visitan. Hay quienes le atribuyen milagros y otros se aventuran a pedir que sea beatificado".
Los invitamos a conocer esta interesante nota publicada por el periodista Jhon Montaño en el diario El Tiempo, de Colombia, a través del link:
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