Como una metáfora puesta en escena, una imagen de espacio funerario se convierte en una realidad llena de sentido, debido a las circunstancias que rodean la muerte. Este sentido depende en última instancia de sus espectadores, con esto me refiero a dolientes que perviven con la tradición de la memoria.
El Cementerio de Tunía, corregimiento del municipio de Piendamó en el departamento de Cauca - Colombia, es un lugar pequeño a unas 18 horas de Bogotá. El viaje está lleno de verdes paisajes que enmarcan un país rico en naturaleza. Lugar que me invita al recuerdo, pues allí viví mi niñez. Tunía es un pequeño poblado que posee una plaza central llena de paz. En sus alrededores se encuentran las edificaciones principales del corregimiento: la iglesia, telecomunicaciones, restaurante y una tienda que vende toda clase de artículos. Un pueblo tranquilo y pequeño.
El cementerio de Tunía se construyó gracias al esfuerzo individual y colectivo, proceso paulatino que duró de 1914 a 1930. En su espacio funerario este lugar posee: estatuaría, nichos, vírgenes y cruces de malta, elementos de los cuales con el tiempo han sido saqueados para su comercialización. Muchas de sus bóvedas presentan deterioros debido a la fragilidad de sus materiales, la acción devastadora del clima y el tiempo. Su arborización es poca. Como muchos de los cementerios de América Latina son lugares sometidos al saqueo permanente. En cuanto a la arquitectura del sitio, existe un conjunto pequeño de túmulos elaborados por el Maestro Pedro Rivera, que se caracterizan por la forma imitativa del Arte Funerario Judaico, el Romano y unas pequeñas muestras de Arte Gótico. Dentro del proceso religioso existen cruces del año 1931. Su capilla existe desde 1950, pequeña con un altar principal. Al igual que el resto del cementerio, sus bóvedas están en un abandono avanzado, vacías y a punto de caer. Con el tiempo se dio la oportunidad de iniciar un estudio del lugar, con el acompañamiento de la arquitecta Gisella Castillo, quien inició este proceso hacia 1997.
El Mausoleo principal es el de los sacerdotes, al igual que el de algunas familias que viven en el corregimiento de Tunía. Estos son mausoleos sin ostentación alguna. Su entrada principal ha sido objeto de restauración y muestra una arborización de pinos que dan la bienvenida con su olor. El Cementerio de Tunía, es un cementerio dolido por el tiempo, pero aún así se encuentra en proceso de recuperación. La intervención al espacio promocionó la intervención de una minga que organizó su aseo y protección.
Este uno de los pocos cementerios llenos de melancolía, en donde los procesos sociales de memoria se ven presentes en sus dolientes que habitan el pueblo. Una vida emocional en silencio. Un cementerio es un espacio funerario que tiene sentido estético social, un lugar que pone en valor el significado de la memoria de vida y la memoria de muerte, convirtiéndose en amplio potencial simbólico para las regiones y para los países, valores culturales, los cuales permiten una relación profunda de reflexión humana.
Información recopilada durante un viaje realizado al corregimiento de Tunía, Cauca, en enero del año 2017.
Documento: Phánor Terán. Dramaturgo, Director Teatral, Gestor Cultural en el Cauca.
Eddy Cabrera, Artista Cultura Funeraria.
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Red de Artistas Funerarios