"Ni para los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), acostumbrados a lidiar con la muerte «en las peores circunstancias», resulta sencillo hacer frente a una crisis sanitaria como la del coronavirus. En Zaragoza, con una media diaria de entre 20 y 25 fallecidos de todo tipo, la cifra alcanza ahora el medio centenar. Y aunque no todos están contagiados o pasan por una mesa de autopsias, el riesgo de contagio para quienes los manipulan es enorme y obliga adoptar las máximas prevenciones. «La primera mascarilla se le pone siempre al muerto», explicaban Salvador Baena y José Manuel Arredondo, los facultativos con los que Heraldo compartió el viernes una guardia de 24 horas".
Los invitamos a continuar leyendo esta inquietante noticia publicada en el diario El País de España, a través del siguiente link:
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