"Es una
composición cuyo tema principal es la muerte que ocurre en personas que pierden
a un ser querido, este acontecimiento le conduce a una transformación que abre
una serie de interrogantes; muchas veces sin respuesta. Esto genera la muerte
de la persona anterior para convertirse en una nueva, que aprende a vivir con
todos los sentimientos encontrados, las preguntas sin respuestas y con la
ausencia del ser querido, produciendo un luto infinito que puede llegar a ser
evolutivo y también incómodo, depende de la persona que lo vive. Se lo deja
sanar o simplemente se transforma.
Con la idea de
componer desde el cuerpo dándole una calidad, comenzamos este transcurso de
creación artística. Se tomó como punto de partida la incomodidad y evolución.
La incomodidad como explorador de nuevas posibilidades siempre precedente a la
comodidad y la evolución como punto máximo de partida para la incomodidad,
puesto que, sin incomodidad no hay evolución.
Escogimos el Cementerio Patrimonial de Cuenca
para hacer nuestra composición, generando una apropiación del espacio y al ser
generador de emociones, temor incomodidades y motivo de superación, podemos
involucrar las diferentes reacciones del espectador a nuestra composición. Un
árbol en medio de una subida dificultosa (el lirio símbolo del amor eterno),
rodeada de escalones de cemento con descanso entre ellos, se sitúan como
lugares incómodos de transitar (los
problemas de la vida que las viudas
tienen que pasar)".
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