Esta actividad surge como actividad curricular que trata de desentrañar la sensibilidad del hombre moderno y compararla con el de tiempos atrás.
Se trata de un intento de descubrir ese simbolismo oculto pero a la vista que nos han dejado quienes ya no están, para aquellos osados que quieran ver y desentrañar así en ese bosque de significado un rico legado patrimonial.
Ese mensaje lo dejaron ciudadanos como nosotros que aunque ya se fueron decidieron estar y perpetuarse.
Como dice el profesor Alejandro Mesa “La búsqueda del hombre por darle un sentido a su existencia hace que él mismo quiera prevalecer ante todo. Como sabe que la vida es efímera, trata en la medida de lo posible, de ir haciendo camino a través del tiempo, por eso intenta ir dejando sus huellas. Y ellas nos cuentan sobre esa experiencia adquirida por los hombres”.
En esta actividad la propuesta es convertirnos en cazadores de símbolos para perseguir de cerca esa historia que se halla culta de tras del mármol y la piedra.
Desde lo pedagógico se trata de re significar temas como la muerte, donde actualmente el hombre pos moderno niega la misma y tratar de reflexionar en una forma abierta caminando hacia una nueva pedagogía donde el docente sea el facilitador, el mediador y el alumno parte importante en la construcción del conocimiento.
El cementerio no es sólo historia, es patrimonio, cultura, es filosofía, es literatura, geometría, arquitectura, geografía. Allí están presentes fuertes símbolos catolicos, masones, expresiones de la clase alta y la clase baja, en definitiva nuestra ciudad en miniatura.
“Una historia que despierta, porque está viva, porque respira y porque está presente en cada símbolo, en cada geografía del paisaje donde el hombre ha dejado su propia huella. Y está en aquellas cosas que muchas veces ignoramos, y que seguirán estando sin duda, aún cuando nosotros ya no estemos”.
Se trata de un intento de descubrir ese simbolismo oculto pero a la vista que nos han dejado quienes ya no están, para aquellos osados que quieran ver y desentrañar así en ese bosque de significado un rico legado patrimonial.
Ese mensaje lo dejaron ciudadanos como nosotros que aunque ya se fueron decidieron estar y perpetuarse.
Como dice el profesor Alejandro Mesa “La búsqueda del hombre por darle un sentido a su existencia hace que él mismo quiera prevalecer ante todo. Como sabe que la vida es efímera, trata en la medida de lo posible, de ir haciendo camino a través del tiempo, por eso intenta ir dejando sus huellas. Y ellas nos cuentan sobre esa experiencia adquirida por los hombres”.
En esta actividad la propuesta es convertirnos en cazadores de símbolos para perseguir de cerca esa historia que se halla culta de tras del mármol y la piedra.
Desde lo pedagógico se trata de re significar temas como la muerte, donde actualmente el hombre pos moderno niega la misma y tratar de reflexionar en una forma abierta caminando hacia una nueva pedagogía donde el docente sea el facilitador, el mediador y el alumno parte importante en la construcción del conocimiento.
El cementerio no es sólo historia, es patrimonio, cultura, es filosofía, es literatura, geometría, arquitectura, geografía. Allí están presentes fuertes símbolos catolicos, masones, expresiones de la clase alta y la clase baja, en definitiva nuestra ciudad en miniatura.
“Una historia que despierta, porque está viva, porque respira y porque está presente en cada símbolo, en cada geografía del paisaje donde el hombre ha dejado su propia huella. Y está en aquellas cosas que muchas veces ignoramos, y que seguirán estando sin duda, aún cuando nosotros ya no estemos”.
Prof. José Buslón
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