La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) denuncia que el ayuntamiento de Murcia pretende derribar panteones centenarios, monolitos funerarios y rejerías decimonónicas en el cementerio de Nuestro Padre Jesús de Murcia, fundado en el año 1885 tras una grave epidemia de cólera.
Huermur denuncia que el mismo día que la Consejería de Cultura notificó la anulación de la tramitación del Cementerio de Jesús como Bien de Interés Cultural BIC instada vergonzosamente por un recurso del concejal de Cultura, Pedro García Rex, el Ayuntamiento de Murcia firmó un edicto para iniciar el proceso de reversión y derribo de antiguas parcelas de la parte más antigua del camposanto para su reventa, cuyas concesiones van desde el siglo XIX hasta principios del XX.
Los derribos pretendidos se extienden también a nichos subterráneos y a muros de sillería de piedra, y afectan a antiguas propiedades de familias históricas e ilustres del municipio, como los Ruiz Funes o los Marín Baldo, así como a la del cronista de la ciudad, miembro de la Real Academia de la Historia y delegado de Bellas Artes en la provincia, José María Ibáñez.
Huermur resalta que el Ayuntamiento de Murcia ha iniciado un proceso “exprés” que se resolvería en pleno verano, con todo el mundo de vacaciones, para acabar derribando tres vetustos panteones, cuatro monolitos funerarios y diversas rejerías singulares de forja, piezas únicas que desaparecerían para siempre con el único fin de la reventa para realizar nuevas construcciones modernas.
Igualmente, Huermur tacha de chapuza el edicto de reversión y derribo firmado el pasado 13 de mayo el ayuntamiento, pues olvida citar hasta el número de expediente administrativo, así como publicar el anuncio según la Ordenanza de Transparencia, con la documentación en digital a disposición de los interesados en la sede electrónica, con los consiguientes vicios de nulidad o anulabilidad que se puedan derivar.
La entidad conservacionista propone que, una vez realizado el procedimiento de reversión de las construcciones, se aplique la Ordenanza del Cementerio y el uso al que se dedique no sea la reventa, sino su adecuación como espacios públicos abiertos para todos los murcianos y visitantes, evitando que se pierda un patrimonio funerario centenario y singular.
Sobre este asunto se ha pronunciado el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, señalando que: “Ahora ya vemos un poco más claros los motivos que tenían los dirigentes del ayuntamiento para oponerse a la protección del cementerio decimonónico como monumento BIC, parece que estaban esperando para lanzar este edicto de reversión y derribo de partes muy singulares del camposanto”, añadiendo que “desde Huermur vamos a hacer todo lo posible para salvar esta parte de la historia de Murcia”.