"Se llamó John Voorhees y su nombre es de lo poco que se sabe de él. No se han establecido vínculos con posibles familiares o descendientes. Según las investigaciones de Paul Wolff Mitchell, estudiante de doctorado en antropología en la Universidad de Pensilvania, Voorhees sería una de esas personas que, a principios del siglo XIX, nacieron esclavas en el sur de Estados Unidos y encontraron refugio como hombres libres en Filadelfia, en el norte.
No es poco. Hay otros 14 de los que ni siquiera se conoce su nombre. A algunos de sus colegas de estantería se les identificó con etiquetas en las que se leía “idiota”, “lunático” o “negro”, sin más".
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