La locución latina memento mori, grabada en multitud de lápidas funerarias, nos recuerda nuestra propia mortalidad. Los seres humanos hemos enfrentado esta inexcusable realidad de muy diversas formas a lo largo de la historia, dejando huellas tangibles que, aún en la actualidad, siguen pasando desapercibidas. Y es que el miedo atávico a la muerte ha sido uno de los recelos que nos ha hecho desviar la mirada y pasar por alto el patrimonio funerario. Este curso se plantea, por tanto, desde la óptica de que los cementerios guardan historia e historias trasladadas a la piedra que, como un libro abierto o una apasionante exposición al aire libre de escultura, narran la vida, la arquitectura, la naturaleza y el arte.
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